“¡Dios mío! ¡En qué lío me he metido! ¿En qué momento se me ocurrió pensar que esto era una buena idea?” Esto es lo que me dije a mi mismo cuando el instructor nos explicó en detalle todo lo que íbamos a hacer durante el entrenamiento. Nos estaba describiendo las diferentes actividades que íbamos a desarrollar en cada sesión semanal. De solo escucharlo empecé a sudar frío y hasta me comenzó a doler el estómago. Incluso llegué a pensar en salirme del auditorio donde nos encontrábamos alrededor de 40 personas, y abandonar el entrenamiento de solo imaginar lo que se me venía encima. Esto que te cuento fue hace más o menos 25 años atrás cuando participé en mi primer curso para aprender a hablar en público, y ya sabes, como me gusta sufrir 🙂 con el paso de los años llegué a participar en al menos dos más. Teniendo cierta claridad de lo que quería hacer con mi vida, sabía que era necesario aprender y desarrollar, entre otras, esa habilidad en particular, pero de lo que no era consciente en ese momento, es que implicaba, sí o sí, ampliar mi zona de confort. Y no tuve otra opción que tomar al toro por los cuernos y enfrentar mis miedos. En aquel entonces supe que uno de los mayores miedos del ser humano, si no el que más, es el de hablar en público. Hoy, después de prácticamente un cuarto de siglo, te puedo decir que, aún cuando he impartido cientos de clases, cursos y conferencias en universidades, instituciones militares, centros empresariales y fundaciones, algunas de estas participaciones con hasta más de dos mil asistentes (sobre la mentalidad emprendedora y la creatividad), el miedo, el nerviosismo, sigue estando ahí en cada ocasión pero ya no me domina, ahora yo lo domino a él. Esto me lleva a pensar que una condición prácticamente indispensable para poder avanzar y tener éxito en cualquier cosa que emprendamos, es atrevernos a ampliar, a extender nuestra zona de comodidad, nuestra famosa zona de confort. Y desde mi particular punto de vista, a diferencia de lo que la gran mayoría dice, no se trata de salir de ella sino de EXPANDERLA, AMPLIARLA, HACERLA MÁS GRANDE. Imagina como si tú estuvieras dentro de un gran globo y este se expandiera cada vez más. ¿Me explico? Dicho de otra forma, se trata, literalmente, de atrevernos a dar un paso al vacío con la confianza de que, al dar ese paso, vamos encontrar el apoyo necesario para seguir avanzando y creciendo. Al menos en apariencia, no tienes ninguna certeza al respecto pero, al tener claro el resultado final, sucede que la vida, Dios, el Universo, el Cosmos, o como lo quieras llamar, irá pavimentando ese camino. Es como aquella icónica escena en una de las películas de Indiana Jones, donde el protagonista tiene que dar un paso a lo que parece ser el vacío para poder avanzar y llegar al otro lado de un abismo. Así es la vida de las personas de éxito. Llena de incertidumbres. Cuando EXPANDES tus horizontes, cuando abres tu mente a nuevas experiencias, creces… y una mente alargada nunca regresa a sus dimensiones originales. Ahora piénsalo por un momento… ¿Qué es lo que te está frenando ahora mismo? ¿Qué cosas sabes que tienes que hacer pero, por la razón que sea, aun no te has atrevido a hacerlas? ¿Qué te detiene? ¿A qué le tienes miedo para seguir avanzando y creciendo? ¿Por qué sigues haciendo las cosas de la misma manera si sabes que no te va a generar resultados diferentes? ¿Se trata de dinero para comenzar a emprender? Porque si estas esperando que el dinero te caiga del cielo o esperas sacarte la lotería, déjame decirte que eso no va a pasar. Con un poco de creatividad siempre puedes encontrar una manera de suplir inicialmente (de forma legal), la falta momentánea de dinero. ¿Se trata de que las condiciones del mercado o la economía global sean las ideales, o de que los planetas se alineen a tu favor? Mmm… tampoco va a pasar. No puedes esperar a que todo sea perfecto y esté en su lugar. Lo que necesitas hacer, lo que debes hacer, teniendo clara la dirección hacia la que te diriges, es tomar acción, atreverte a dar ese pequeño paso al vacío, como Indiana Jones, confiar en ti, y paso a paso las piezas comenzarán a encajar… ¿Te hace sentido? ¿Qué piensas?
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