¡Ahhh! Cómo da vueltas la vida y nos sorprende, a veces para bien, a veces para mal…

Esto que estoy apunto de contarte fue para bien, o al menos eso parece. Ya tú dirás…

En el 2004, además de dar clases en algunas universidades, también era socio en una firma de consultoría en recursos humanos.

Resulta que en aquel entonces adquirí un programa de mapas mentales. El entregable era un CD con el programa para instalarlo en equipos con Windows. Aún estaban lejos, muy lejos, las descargas online.

El vendedor, con tal que se lo comprara a él y no a la competencia, me prometió un sencillo obsequio consistente en una fina pluma fuente.

Cuando después de varias semanas, por fin pasó a mi oficina a llevarme el disquete con el software, apenado me dijo que no podía entregar el regalo prometido porque se habían agotado las existencias de las plumas.

Mmmm…

En su lugar me ofreció una base de datos en Excel con la información de alrededor de 5 mil asistentes a un evento empresarial (ExpoCapacítate) que tenía en su poder.

El archivo era entregado en una memoria usb e incluía el nombre completo, correo electrónico, nombre de la organización, puesto o cargo, y teléfono de contacto de cada uno de los asistentes a ese evento.

Para no hacerte el cuento más largo, acepté el intercambio de un obsequio por otro.

En ese momento no lo sabía pero esa base de datos resultó ser oro molido para mi.

Literal, significó un parteaguas en el camino, porque provocó un cambio de dirección acerca de lo que estaba haciendo profesionalmente.

Como en aquel momento, además de mi labor en la firma de consultoría, estaba planeando organizar por mi cuenta cursos para ejecutivos, emprendedores y dueños de negocio sobre cómo usar los mapas mentales, la mentada base de datos me cayó como anillo al dedo, que además coincidió con un reto que estaba por plantear a mis alumnos de la universidad, pero esa es otra historia que te contaré en otro momento.

Entonces, aprovechando ese timing, puse manos a la obra.

Cree mi primer emprendimiento digital: Herramientas Para el Éxito.

Compré el nombre de dominio (HerramientasExito.com).

Contraté el Hosting.

Jorge, un buen amigo y excelente programador que conocí en la universidad donde daba clases, me apoyó con dos cosas fundamentales:

  1. El diseño de la primera versión del sitio web. Ni de lejos existían las plataformas que hoy simplifican todo este proceso.
  2. La creación de un software para enviar a las personas de la base de datos, un boletín semanal para promover mis capacitaciones.

Ya con todo esto listo, me preparé y comencé a redactar y enviar todos los domingos por la noche el boletín a las 5 mil personas de la lista.

¿Por qué por la noche?

Para darte un poco de contexto, en aquel año, 2004, las conexiones a Internet estaban en pañales. Nada que ver con lo que hoy tenemos.

Imagínate, ¡enviar el boletín tardaba alrededor de cinco horas cada vez!

O usabas la línea telefónica para hacer y recibir llamadas o la usabas para conectarte a Internet pero no las dos cosas a la vez. Por eso lo enviaba los domingos después de las 10-11 de la noche. Así quien recibía mi correo lo leería apenas empezando su jornada laboral.

Además, era todo taaan primitivo, que si la conexión se cortaba, cosa que con frecuencia sucedía, aunque ya casi hubiera terminado el proceso de envío a los 5 mil registros, tenía que volver a empezar desde cero.

¡Puaj!

En ocasiones parecía un martirio, un castigo…

Aun así, la estrategia comenzó a dar sus frutos porque al promover mis entrenamientos a través del boletín, las personas interesadas llamaban por teléfono para informarse y, por supuesto, inscribirse. Y así fue que comencé a abrir mis primeros cursos presenciales enseñando lo que más me gustaba y apasionaba: los mapas mentales.

El resto es historia…

¿Cuáles fueron mis principales aprendizajes de esta época?

  1. No tienes que esperar a que todo este perfecto o los planetas se alineen para comenzar. Basta con que te atrevas a dar un pequeño primer paso para comenzar. La perfección es el asesino de la creatividad.
  2. La Tierra es Cóncava, no plana. El concepto de que, con los cambios tecnológicos que han surgido en los últimos años, metafóricamente hablando, la tierra es plana (hasta hay un libro que lleva ese nombre), no es del todo cierto… más bien la tierra es cóncava. Con Internet tienes tooodo el mundo a la vista, frente a ti, atrás de ti, arriba de ti, a un lado al otro… a tan solo un clic de distancia.
  3. Ahora tú tienes el poder. A diferencia de lo que sucedía en el siglo XIX y buena parte del XX, donde iniciar un negocio requería que tuvieras acceso a uno o varios de los factores clásicos de la producción (tierra, trabajo y capital), actualmente ya no es así en muchos casos. Estamos en la era de la información y el conocimiento. Ya no somos más obreros, oficinistas, ejecutivos. Ahora somos trabajadores del conocimiento. La barrera de entrada para emprender es muy, muy, muuuuy baja. Y eso cambia por completo las reglas del juego.
  4. No puedes depender de un trabajo como empleado. Digo, está bien. Pero no puedes confiar en que siempre será así. Con el surgimiento de la Inteligencia Artificial (ChatGPT, Dall-E, Copilot y no sé cuantas más), el mundo está cambiando más rápido que nunca. No debes tener todos los huevos en una misma canasta. Si no tienes un paracaídas, una red en la cual caer, probablemente enfrentarás problemas más pronto que tarde. Necesitas crear más de una fuente de ingresos, y el Internet y las redes sociales pueden ayudarte enormemente a construir esa red o paracaídas.
  5. No basta con que seas hábil, talentoso o experto en una sola cosa. Necesitas ser bueno en varias cosas. Necesitas apilar habilidades y aumentar tus conocimientos empresariales, o sea, tu capital intelectual para volverte más apreciado en tu entorno profesional. De este concepto, del apilamiento de habilidades, te hablaré en otro momento.

Seguro que hay más aprendizajes pero dejémoslo hasta aquí por el momento porque ya me extendí demasiado.

¿Con qué te quedas de todo esto?

Te leo…

¡Se curioso, sigue aprendiendo!

Rafa Bravo

Autor bestseller y fundador de:

P. D. Si quieres (y la verdad creo que deberías) aumentar tu capital intelectual y de negocios, haz clic aquí y ve de qué va la cosa.